Madrid, 25 feb (PL) El rey Felipe VI inicia hoy una incómoda visita a Cataluña, comunidad autónoma española intervenida el 27 de octubre por el gobierno conservador de Mariano Rajoy para frenar sus anhelos separatistas.
Felipe VI llegará este domingo a Barcelona -capital regional- para asistir mañana a la inauguración del Congreso Mundial de Móviles (MWC, por sus siglas en inglés), la mayor cita de ese sector a nivel planetario.
Será su primer viaje a la región de 7,5 millones de habitantes tras el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, que dio paso a la aprobación de una declaración unilateral de independencia en el parlamento autonómico, el día 27 de ese mismo mes.
El propio monarca desempeñó un papel clave en el conflicto, al mantener una postura sin concesiones frente a los planes del ya destituido ejecutivo regional de Carles Puigdemont, que intentó proclamar la República catalana.
En un discurso televisado el 3 de octubre, dos días después de la consulta suspendida por el Tribunal Constitucional español, el también jefe de Estado dejó claro su apoyo sin fisuras a cualquier medida de Madrid para detener el proceso secesionista.
Para algunos entendidos, con su alocución de esa jornada, Felipe VI se alejó del papel moderador que la Constitución le otorga y avaló la cuestionada estrategia del derechista Partido Popular de Rajoy para resolver el diferendo territorial.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anticipó la víspera su ausencia en el besamanos y recibimiento oficial que las autoridades dispensarán al rey tanto este domingo como
mañana en la apertura del Mobile World Congress (MWC).
No obstante, aclaró que sí coincidirá con el monarca en la cena y el acto institucional de inauguración del congreso.
El protocolo de la Casa Real contempla que las autoridades deben recibir antes al monarca en los eventos a los que acude.
En declaraciones a periodistas, la regidora de la llamada ciudad condal aseguró que «no rendirá pleitesía a un rey que debería revisar su relación con Cataluña».
«Una cosa es el respeto institucional y la educación y otra cosa es la pleitesía, en un momento de retroceso democrático, de no normalidad» como el que, según su criterio, se está viviendo en esa autonomía del noreste del país.
Es mi responsabilidad institucional ante los miles de personas que sufrieron cargas policiales durante la jornada del referendo de octubre, enfatizó Colau, al justificar su posición.
A su juicio, con su discurso del 3 de octubre Felipe VI se alineó con las posiciones más duras y represivas, en lugar de situarse por encima de la polémica y hacer de mediador, opinó.
No será el único desplante al jefe de Estado, pues el presidente del parlamento catalán, el independentista Roger Torrent, tampoco estará presente en la recepción oficial.
Las organizaciones sociales ûmnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana, defensoras de la ruptura con España, convocaron para este domingo una cacerolada en repudio al Rey y su «apoyo a la represión policial contra los votantes» en la consulta del 1 de octubre.